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Lujo en Milan
Un piso de lujo en Milán donde los materiales nobles se complementan con muebles del siglo XIX
En un piso en Milán, frente al Castello Sforzesco, Vincenzo De Cotiis ha creado un espacio que influye en quienes lo habitan (y viceversa).

Una postal del corazón histórico de Milán, a partir de la cual Vincenzo De Cotiis se propuso diseñar en el interior de un edificio del siglo XIX un gran piso que rindiera homenaje al pasado y que, al mismo tiempo, fuera funcional y dinámico, como la vida que alberga en su interior. La vista es una de esas que cualquiera querría tener al menos una vez en la vida: el castillo de los Sforza en su curva más sobria, con el sol iluminando poco a poco las torres mientras se eleva sobre la ciudad. "Mis proyectos siempre comienzan con una profunda investigación", dice el arquitecto.
Y añade Vincenzo De Cotiis: "En este caso, la ubicación y su vista del Castello Sforzesco eran los principales puntos de referencia para entender cómo la historia de Milán había influido en el entorno. La arquitectura genera una energía que es la que define las relaciones entre las personas y los objetos dentro del espacio. Esta interacción surge principalmente al abordar la transformación de un lugar antiguo e histórico. Desde una perspectiva contemporánea, siempre es posible encontrar una conexión entre estas naturalezas polarizadas, pero hay que identificarlas".








Un tributo a la historia sin rechazar la comodidad
Sin entrar en conflicto, por un lado está el pasado; por otro, el presente. "Este edificio estaba a la vanguardia de su época, y se ha mantenido fiel a su concepción original", explica De Cotiis. "El tiempo es una cualidad del diseño, y para mí es fundamental crear el diálogo entre lo antiguo y lo nuevo, y difuminar la línea temporal entre tradición y novedad. El propietario y yo nos pusimos de acuerdo en este aspecto: construir una casa que rindiera homenaje a su historia, pero que también fuera un lugar donde su hija adolescente pudiera sentirse cómoda". El entorno del centro histórico de Milán tiene un impacto en el edificio exactamente igual que la arquitectura interior influye en quienes lo habitan. "Una ubicación tan increíble como esta siempre es una ventaja", comenta el diseñador. Con respecto al interiorismo y la decoración, ha elegido un enfoque "milanés", energizando el espacio.
"Mi intervención no pretende abrumar, sino revelarse discretamente. Al final, la coherencia entre contenido y continente se materializa en los arcos renovados, los muebles y accesorios hechos a medida, la tapicería, las piedras y los bronces que reflejan la luz, e incluso el diseño de los techos. Cada objeto dialoga con la estructura y con los demás elementos, no hay anomalías". Los materiales de principios del siglo XX y los colores neutros dan cabida a muebles muy "a la milanesa" y muy "De Cotiis".