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Esta antigua casa-taller en Valencia se ha convertido en una vivienda familiar que aúna su historia modernista con una estética (muy) relajada
En el Ensanche de Valencia, el estudio Nogales Interiores ha devuelto a este piso su estética señorial sin restarle funcionalidad y, sobre todo, sensación de hogar.
Bacon StudioSi una cosa trajo la pandemia fue tiempo para hacer recuento de la vida que llevamos. El trabajo, las prisas, el espacio que habitamos…Todo se puso en entredicho. Y de este tiempo de valoración los ahora propietarios de esta casa en Valencia llegaron a la conclusión de que necesitaban más metros.
“Se trata de un matrimonio con dos hijas adolescentes y un niño algo menor, que querían que cada niño tuviera su lugar para estudiar, independiente y tranquilo. Esta era la principal premisa. Además, necesitaban espacio de almacenaje para que todo tuviera su lugar”, explica Marta Fernández Nogales, socia junto a su hermana Bea de Nogales Interiores. Fue así como llegaron a este inmueble, la antigua casa-taller de un pintor, y al estudio, especializado en reformas integrales de viviendas.
Bacon StudioRecuperar la esencia
El piso, situado en la zona del Ensanche, forma parte de esas bellas edificaciones de principios del siglo XX, con muchos metros cuadrados -casi 200-, mucha luz gracias a un gran chaflán con vistas a una plaza y techos altos. Sin embargo, la vivienda había sufrido reformas posteriores en las que se había bajado el techo, se habían cambiado las puertas de época y se habían tapado las molduras originales. Solo se mantenían sus formas en lo que había sido el taller del pintor, suficiente para iniciar un trabajo de arqueología que devolviera a toda la vivienda su charme del pasado.
“Tiramos la casa entera, volvimos a sacar las molduras, las restauramos en aquellas partes perdidas, etc.”, explica Marta Fernández. Pero, sin duda, el mayor trabajo de recuperación se lo llevó el suelo de madera de roble macizo. “Es un suelo muy marciano pero precioso, con acabados diferentes, listones en distintas direcciones… Teníamos que mantenerlo a toda costa”, añade. Y emprendieron para ello un laborioso proceso de completarlo en las zonas en las que se había perdido, como la cocina y el baño, lijarlo en su totalidad y tratarlo exclusivamente con aceite.
Bacon StudioDos zonas de noche separadas
Para la nueva distribución, el equipo de Nogales Interiorismo decidió ubicar los dormitorios en torno al gran espacio que conforma la cocina, el comedor y el salón, separando la zona de dormir de los niños de la de los adultos. “El matrimonio hace mucha vida en el dormitorio, incluso desayunan allí, por lo que se optó por poner la suite principal a un lado de la zona común, un poco aislada del resto de la casa”, dicen.
“Para las niñas, creamos una especie de apartamento, con vestidor y baño desde el que se accede a cada una de las habitaciones”, añaden. Decoradas iguales, destacan los azulejos incorporados en la zona de la cama que, lejos de crear frialdad, añaden luz. Ambas habitaciones están además comunicadas por una ventana redonda que se creó para dar más luz al dormitorio que quedaba en la parte más interior. Entre el apartamento de las niñas y el dormitorio del niño se diseñó una zona de lavandería y almacenaje de material de deporte.
Bacon StudioEl salón, el taller del pintor
La zona que en su día fue el taller de un pintor no podía ser otra que aquella con la mejor luz. Y es ahí donde se situó el salón, justo donde el chaflán hace curva. Con un mobiliario mínimo y muy funcional, en el que destaca la mesa de centro de Isamu Noguchi, la protagonista es sin duda esa luz mediterránea de tonos anaranjados, que impregna toda la estancia creando una atmósfera muy cálida. Para preservar esa luz al caer la noche, Nogales Interiores optó por lámparas de papel de arroz, que aportan ese aura suave y empolvado.
En el comedor, la gran mesa familiar se creó con unas patas de hierro que pertenecieron a una mesa clásica de los 60 y que se recuperaron de un derribo y un sobre en silestone negro. Completan el conjunto dos vistosas lámparas industriales anaranjadas que las interioristas tenían de un viaje a Barcelona.
Bacon StudioUn espacio coherente
“Cuando las casas son tan grandes, tienes que alejarte un poco de las tendencias y buscar el equilibrio para que no se convierta todo en un catálogo”, explica Marta Fernández. Una de las cosas que más nos gusta de esta vivienda es cómo el estudio ha ido creando una serie de patrones que se repiten a lo largo de toda la vivienda y que proporcionan una estética coherente y sosegada, como utilizar los mismos materiales en distintas estancias de la casa o una paleta de colores neutros que sirve de constante hilo conductor.
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